Junto con la
intoxicación informativa está la ansiedad por informarse, o infomanía, caracterizada por la
búsqueda constante de estímulos
informativos, y una agobiante
sensación de angustia y vacío que es necesario llenar con más información.
Esta problemática de la información masiva en la sociedad actual tiene varias
vertientes.
Por un lado está
el campo de la docencia, donde el desarrollo
de la competencia informacional del alumnado juega un papel fundamental
en la sociedad futura. Este desarrollo no es viable si el profesorado no tiene
una formación continua sobre la gestión de la información y transmite a su alumnado
como gestionarla y dónde buscarla. Además, sin la formación continua, los
docentes pueden verse sobre pasados por los propios alumnos, sin mencionar la
barrera entre los jóvenes que nacieron con el avance tecnológico actual y los
que se crecieron con su desarrollo. Una acercamiento entre ambos mundo es imprescindible.
En el campo
profesional vuelve a hacerse necesaria la formación continua, dada la rapidez
con la que cambia la propia sociedad de la información. Un buen profesional
debe conocer las tendencias y las fuentes de información fiables para mantenerse
al día.
Esto nos lleva a la manera de abordar el problema. Una primera
aproximación para obtener información sobre esta cuestión es el planteamiento
de las 5W+H (who, what, where, when, why, how). Lo que nos lleva a analizar
previamente el objetivo de la búsqueda para concretarlo y no perdernos en un
mar de datos. Otra opción que se está desarrollando en la actualidad es el Big
Data o la gestión masiva de datos, sistemas informáticos
basados en la acumulación a gran escala de datos y de los procedimientos para
identificar patrones recurrentes dentro de esos datos.
Otro aspecto
que no debemos perder de vista, es el papel de las bibliotecas en la gestión
masiva de la información. Estas instituciones deben colaborar ya desde las
bibliotecas escolares a crear hábitos y ser guías, junto con los docentes,
entre la sobreabundancia de datos. Además puede ser un nuevo perfil en el mundo
bibliotecario dado el auge de la información electrónica.
No hay que perder de vista la incidencia que la infoxicación puede tener
sobre la persona individual. Se ha detectado que puede crear problemas de
ansiedad y falta de concentración sumergirse en un mar de datos sin una brújula
que nos oriente en una dirección. Fácilmente puede llegar un momento en el que no
podamos procesar la información y no podamos tomar decisiones.
Lo que puede acotar de forma notable la información masiva es la búsqueda
de la calidad. Esto se puede conseguir a través del uso de una metodología de búsqueda
u organización de trabajo, unas fuentes fiables y estables de información y el
uso de herramientas digitales que nos faciliten lo anterior.
Para acabar y como sugerencia, indico algunas herramientas para la gestión
de información:
- Los agregadores o lectores de
canales RSS: como Feedly, lector de RSS que permite organizar y acceder rápidamente
a todas las noticias y actualizaciones de blogs y demás páginas que el sistema soporta.
- Las herramientas
de curación de contenidos como Scoop.it, plataforma
gratuita para mostrar y compartir contenidos.
- Las herramientas de marcadores sociales, como Diigo servicio
web que permite guardar online todas las direcciones de nuestros sitios
favoritos mediante un sistema de etiquetas para su más fácil localización.
- Las plataformas de vigilancia e
inteligencia competitiva, las Open-Source
Intelligence (OSINT), que dan un enfoque más completo a la gestión de información en Internet, aunque también son más caras.